Celebramos, como cada año, la fiesta de final de curso en la residencia de Ciudad Real.
Un evento que tiene sus propias características.
Preparamos una cena informal donde se desplazan libremente a lo largo de mesas corridas. Las protagonistas indiscutibles son las estudiantes, porque son ellas las que deciden y organizan como se desarrollan los acontecimientos (que música acompañará en cada momento, cuando y como se distribuyen los tiempos, el orden de las jóvenes que pasaran por el photocall…).
Los gustos y las modas dictan nuevas formas de celebrar e interactuar entre las residentes. Es una de las actividades que con más fuerza materializa nuevos recuerdos que en pocos años las universitarias rememoraran con nostalgia. Lo que es seguro es que muchas mantendrán el contacto con las compañeras más afines. Mientras la residencia permanecerá aquí, siempre abierta a recibirlas; y no pocas veces tenemos la suerte de contar con una visita de una antigua alumna que aparece con su familia a presentarnos a su hijo y traernos noticias de su nuevo presente.
