Queremos darte la bienvenida a la residencia Inmaculada, sobre todo si eres una estudiante que comienza su primer año universitario. Somos conscientes de que se trata de un período de ajuste con muchas novedades y una nueva rutina. No te preocupes si te sientes un poco abrumada y es normal. Con una buena planificación y apoyo (en la residencia siempre tendrás nuestro apoyo y el de tus compañeras), podrás disfrutar de la vida universitaria y alcanzar tus metas como estudiantes.
Queremos hablarte de un enemigo invisible pero que está ahí, la procrastinación.
El peligro de procrastinar siendo estudiante
Una vez asentado puede ser un hábito difícil de superar, pero con algunas estrategias y cambios en tu enfoque, aprenderás a dejar de procrastinar.
Empecemos con la estrategia:
- Comprende por qué procrastinas: El primer paso para superar la procrastinación es entender por qué lo haces. Puede ser debido a la falta de motivación, miedo al fracaso, te sientes abrumada o simplemente falta de interés. Identificar la razón subyacente te ayudará a abordar el problema de manera efectiva.
- Establece metas claras: Define metas específicas y alcanzables para las tareas que debes completar. Tener objetivos claros te dará un sentido de propósito y te motivará a trabajar en ellas.
- Prioriza tus tareas: Utiliza técnicas como la matriz de Eisenhower para distinguir entre lo importante y lo urgente. Verás que te ayudará a enfocarte en las tareas que realmente importan y a preparar bien los exámenes. Evitarás la procrastinación en tareas menos relevantes.
- Divide las tareas en pasos pequeños: Las tareas grandes y abrumadoras a menudo son propensas a la procrastinación. Divide estas tareas en pasos más pequeños y manejables para hacerlas menos intimidantes.
- Establece un horario: Crea un horario diario o semanal que incluya tiempo dedicado específicamente a las tareas que necesitas completar. Aprenderás a estructurar tu día y a recordarte que debes trabajar en esas tareas.
- Elimina las distracciones: Identifica las distracciones comunes en tu entorno y trata de eliminarlas o minimizarlas. Incluye apagar las notificaciones del teléfono, bloquear sitios web no relacionados con el trabajo y encontrar un lugar de trabajo tranquilo.
- Usa técnicas de gestión del tiempo: Considera el uso de técnicas como la Técnica Pomodoro, que consiste en trabajar durante 25 minutos y luego hacer una pausa de 5 minutos. Estas técnicas pueden ayudarte a mantenerte enfocado y evitar la procrastinación.
- Encuentra tu motivación: Identifica qué te motiva a completar una tarea en particular. Puede ser la satisfacción de lograrlo, una recompensa personal o evitar las consecuencias negativas de no hacerlo.
- Establece recompensas y consecuencias: Asocia recompensas a la finalización de tareas y consecuencias a la procrastinación. Por ejemplo, puedes permitirte disfrutar de un pequeño placer después de completar una tarea importante, un dulce o fruto seco que no te obligue a abandonar una dieta adecuada y establecer una consecuencia si procrastinas, como renunciar a algo que te gusta hacer.
- Busca apoyo: Comparte tus metas y progresos con amigas. Compañeras de la residencia universitaria o familiares que puedan brindarte apoyo y responsabilidad. Tener a alguien que te anime puede ser muy motivador.
- Sé compasiva contigo misma: No te castigues por procrastinar ocasionalmente. Todas lo hacemos en algún momento. En lugar de eso, reconoce la procrastinación, aprende de ella y sigue adelante.
Superar la procrastinación puede llevar tiempo y esfuerzo. Es importante ser constante en la implementación de estas estrategias y ajustarlas según sea necesario para adaptarse a tu estilo de vida y necesidades individuales.
Imagen de katemangostar en Freepik